El dedo en garra es una deformidad que consiste en que el dedo tiene sus articulaciones en flexión, dando esa forma de «garra».
Según el grado de movilidad que tienen las articulaciones del dedo, hablaremos de flexible o rígido.
De por sí, esta deformidad NO es dolorosa, el problema viene cuando nos calzamos.
Si llevamos un calzado estrecho o que no tiene capacidad suficiente en la zona delantera, el dedo sufrirá un roce constante, lo que provocará que la piel del dorso del dedo se vaya endureciendo. Lo mismo ocurre cuando el calzado laboral es una bota de seguridad o zuecos que oprimen el pie.
Es cierto que cuando se tiene una deformidad grande, no hay ningún calzado que vaya bien.
Es por eso, que si se mantiene en el tiempo generan esos callos u «ojos de pollo» que SI son muy dolorosos.
Se trata de un procedimiento menor, en el que el tratamiento va encaminado a quitar el dolor que produce el callo.
Con una anestesia local, quitamos la zona o el pico de hueso que provoca el roce por dentro, corrigiendo así la posición del dedo y evitando asó que salga el callo para siempre
Se manda reposo relativo hasta la retirada de puntos, que puede ser aproximadamente unos 7-10 días, pero se puede deambular desde el primer momento.
«Tengo mucho dolor al calzarme en los dedos»
Los callos en los dedos, especialmente en el dorso del dedo, son una afección común que puede causar un dolor intenso y malestar. Cuando un dedo se dobla en forma de garra, los roces con el calzado pueden generar callos, conocidos también como «ojos de gallo» o «ojos de pollo». Si estás buscando una solución eficaz para esta problemática en Palma de Mallorca, estás en el lugar correcto. En nuestra clínica, ofrecemos cirugía de dedo en garra como una solución definitiva para aliviar el dolor y eliminar estos callos de forma segura.
✅ Rápida recuperación
✅ Deambulación inmediata
✅ Anestesia Local
✅ Sin ingreso hospitalario
«Consulta que opinan nuestros pacientes que ya se han tratado su dedo en garra»
Un dedo en garra es una deformidad que ocurre cuando un dedo se dobla de manera anormal en forma de garra. Esto puede causar una presión excesiva en ciertas áreas del dedo, lo que lleva a la formación de callos, también conocidos como «ojos de gallo» o «ojos de pollo». Estos callos pueden ser dolorosos y molestos, lo que dificulta la realización de actividades cotidianas.